David Wellington es probablemente uno de los autores de terror más prolíficos de los últimos años. Se dio a conocer con una trilogía de zombis que siendo entretenida ha recibido muchas críticas por la calidad literaria (si queréis leer mi critica a la primera de las partes podéis leerla pinchando en este enlace). También le siguió una tetralogía de vampiros que tuvo mejor acogida y ahora se ha enfrascado en una de hombres lobo. Balas de plata es la primera parte de esta nueva serie de libros. Es la presentación del personaje principal, Chey, una chica amante de los deportes de aventura que se adentra en el Círculo Polar en busca de riesgo (a veces sus personajes me recuerdan a los protagonistas de un videojuego). Allí sufre el brutal ataque de un hombre lobo convirtiéndola consecuentemente en un licántropo. Como es habitual en los personajes de Wellington rompe con los tópicos tan de moda del vampiro/hombre lobo “romántico” y rescata al monstruo, bestial y asesino. Sangre y vísceras, lo habitual en la literatura de Wellington. El libro tiene un ritmo rápido y mucha acción. La trama se va complicando poco a poco desvelándonos que no todo el mundo es lo que parece y que los motivos de Chey para estar en el Círculo Polar eran más complejos que los que parecían a simple vista. La situación de la protagonista se complica al convertirse en “mujer loba” navegando entre dos aguas hasta que se termine de decir en que bando acaba situándose. Como he dicho al principio es una novela introductoria así que lo único que sitúa son los personajes, la transición de humano a licántropo, aprendiendo sobre su nueva vida y características. Entre medias mucha acción. Resumiendo, es un libro en la linea de este escritor, donde conjuga grandes dosis de acción y visceralidad. Quien no quiera complicarse demasiado y quiera disfrutar con un rato de lectura de este tipo seguramente acabará contento con esta adquisición.
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